En el filo del universo

     Todo empezó un maldito día de diciembre, un día tan simple y común como todos, ahí estabas, tan bella y sonriente como si nada importara, como si el tiempo y la vida fueran nulos, cómo te conocí no sé, pero recuerdo muy bien tu imaginación que dejabas volar al ver la mínima figura que se formaba en un árbol, nube o cualquier cosa que pudiera tener forma, decías: es un lobo, un oso, una cara humana etc.... puras locuras y desvaríos; ahí fue donde me enamore de ti, en tu propia locura que a mí me hacía perder la razón.      Tres meses después te tienes que ir del país por iniciativa de tu padre que deseaba comenzar una nueva vida, lejos de esta tierra de sueños y solamente puros sueños. Te fuiste al norte a un país frío e ignorado donde se podía tener una mejor vida lejos de todo el mal que aquí hay, jajajaj . Mal, cuál mal si el único mal de aquí es la ignorancia (bueno tal vez ese sea el peor de los males).        Me despierto como a las ocho de la mañana enciendo la tele veo